Para la mayoria de las personas es ese momento en el que dejas de ilusionarte por las cosas, es la epoca en la que las responsabilidades te sobrepasan y te olvidas de lo que sentias al oir una canción, como se hinchaba el corazon cuando sentias amor, cuando te emocionabas por cualquier cosa. Lo peor de todo es cuando se sigue sintiendo todo eso, pero se esconde, ocultamos los sentimientos por miedo, porque nuestras prioridades cambian, ya no importa tanto el amor como la estabilidad, la seguridad, el estatus, el dinero.
Madurar para la gente es preocuparse de cosas “importantes”, un buen trabajo, aparentar (aunque no se reconozca), viajar, comprar, coches, lujos, etc, y nos olvidamos de ser felices, porque creemos ser felices con esas cosas.
Se olvidan del amor, de lo que es amar incondicionalmente, ¿que es eso?, no hay mas que mirar cuando tu hijo te abraza, cuando tu perro te recibe al llegar a casa, cuando miras a tus padres y reconoces que han dado su vida por ti. Eso es amor, amor absoluto.
Reconozco que para amar de esa manera hay que ser valiente, y en muchos casos renunciar a determinadas comodidades adquiridas, que tememos perder, cuando ponemos en la balanza las dos cosas llegada una edad pierde el amor. Es una desgracia, pero así es.
Son afortunados aquellos que tienen a su lado a quien aman, no a quien quieren o admiran, no con quien han tenido hijos, o a quien le une un rito religioso, a quien aman de verdad, independientemente de sus defectos, virtudes, posesiones, carreras, AMOR con mayusculas, que afortunadas son esas personas porque son realmente felices, no les hace falta nada mas.
Madurar puede ser eso, hacerser mayor y aprender a vivir sin ese amor que todos deberiamos tener.